Entendamos primero ¿qué es realmente la inflamación y cuál es el mecanismo que la desencadena?
La inflamación en un mecanismo de respuesta de nuestro cuerpo cuando tiene que hacer frente a virus, bacterias, traumatismos, ejercicio intenso o ciertas enfermedades. Cada vez que se produce una infección, el sistema inmunitario envía a la zona afectada glóbulos blancos con la intención de defenderse.
Este mecanismo también se activa en caso de traumatismo o lesión mecánica porque células del sistema inmunitario detectan una amenaza en la zona afectada. Todo un gran ejército de células acude a la parte del cuerpo que ha sufrido la agresión para defenderla del agente nocivo que puede ser un virus, un golpe, u otra alteración. Aquí es donde el Omega 3 DHA y EPA cumple una acción primordial regulando esta acumulación masiva de células. Si bien los procesos inflamatorios indican la respuesta activa del organismo para defenderse, hay que mantener bajo control la inflamación para que no se vuelva crónica o acabe perjudicando al tejido. En este sentido los suplementos de Omega 3 ayudan a conseguirlo.
En el caso de ciertas enfermedades crónicas como la artritis reumatoide la ingesta de DHA Omega 3 también se ha revelado de gran ayuda. La artritis causa un proceso inflamatorio con dolor y rigidez. Se trata de una enfermedad autoinmune que se produce cuando el sistema inmunitario no funciona de forma adecuada, atacando a las propias articulaciones del cuerpo. Se ha observado en estudios médicos que los suplementos de Omega 3 reducen notablemente las substancias responsables de la destrucción de las articulaciones. Estas substancias, llamadas citoquinas, son liberadas por los linfocitos cuando existe artritis reumatoide, algo que no se da en condiciones normales.
Otras dolencias en las que la ingesta de Omega 3 se ha revelado como una ayuda son la enfermedad intestinal inflamatoria, yla periodontitis (inflamación en los tejidos alrededor del diente).
Si a los efectos comprobados del Omega 3 en la reducción de los síntomas de las enfermedades inflamatorias le sumamos su efecto preventivo del riesgo cardiovascular, estamos ante uno de los suplementos alimenticios más valiosos a nivel preventivo.
Se beneficiarán de la ingesta de suplementos de Omega 3 no solamente los deportistas y las personas aquejadas de las enfermedades inflamatorias comentadas. Por su acción sobre el sistema inmunitario, el sistema nervioso, la coagulación de la sangre y la estabilidad de las membranas celulares, el consumo de Omega 3 DHA y EPA es muy beneficioso para gran parte de la población.
Veamos algunos de los incontables beneficios de los Omega 3 para la Salud:
- Influyen en la fertilidad
- Mejoran el estado de ánimo. Reducen el riesgo de depresión postparto
- Disminuyen el riesgo de cáncer de mama
- Reducen la intensidad de la dismenorrea
- Mejoran la salud del corazón
- Reducen los sofocos y la sudoración propios de la menopausia
- Aumentan la masa muscular y ósea
Como podemos evidenciar los Omega 3 son claves en el tratamiento de aquellas enfermedades con procesos inflamatorios como el cáncer, problemas cardiovasculares o para frenar el propio envejecimiento.
El omega 3 nos puede servir también para algunas enfermedades como la enfermedad de Crohn, la colitis ulcerosa, el lupus, entre otras. Además, puede ayudar a reducir el riesgo de padecer aterosclerosis, trombosis y otros problemas vasculares.
Es importante tener en cuenta que es un gran aliado para la mujer, pues los suplementos de omega 3 durante el embarazo mejoran el desarrollo neurológico del feto y de los bebé prematuros. Además, perfecciona sus capacidades cognitivas, previene la depresión materna y reduce los casos de parto prematuro. Puedes continuar la suplementación con omega 3 después del parto durante la lactancia materna, ya que las necesidad de este nutriente tanto para la madre como para su hijo son imprescindibles.
¿Qué pasa cuando hay deficiencia?
Con todos estos increíbles beneficios de los omega-3, no hay duda de que son importantes para la salud. Y no consumir lo suficiente puede tener graves consecuencias si no se identifica y se aborda adecuadamente. La deficiencia de ácidos grasos omega-3 puede provocar una erupción seca y escamosa, una disminución del crecimiento en bebés y niños, una mayor susceptibilidad a las infecciones y una mala cicatrización de las heridas. Dada la actividad de los omega-3 en el cerebro, su deficiencia puede tener efectos en la memoria y la capacidad de pensar con claridad.
Relación Omega 6 – Omega 3
Sin embargo, obtener una cantidad suficiente de omega-3 no es el único factor que se bebe tener en cuenta. También es importante saber qué cantidad se obtiene en relación con otros ácidos grasos omega, concretamente los omega-6. Los omega 6 se encuentran en la mayoría de los aceites vegetales, siendo los de girasol, maíz, soja, cártamo y algodón los que contienen mayores cantidades. El aceite de oliva y el de aguacate son una excepción, ya que no tienen un alto contenido de omega-6. Pero la dieta occidental estándar es conocida por incluir demasiado omega-6 respecto a los omega-3.
Esto es un gran problema, pues un exceso de omega-6 en la dieta puede tener un efecto proinflamatorio en el organismo y aumentar el riesgo de padecer diversas enfermedades crónicas. En general, los omega-6 son proinflamatorios, mientras que los omega-3 son antiinflamatorios. Pero no es que uno sea malo y otro bueno: se necesitan ambos, sólo que en la proporción y relación adecuada.
¿Cuál es la proporción óptima de ambos? Lo ideal es que la proporción de omega-6 y omega-3 esté entre 4:1 y 1:1. Algunas fuentes estiman que la proporción del adulto medio occidental se sitúa en torno a 16:1. ¡Ouch!
Si tu dieta se inclina hacia el lado de los omega-6, esto puede realmente reducir la eficiencia con la que tu cuerpo puede convertir el ALA en EPA y DHA que, como hemos mencionado anteriormente, ya es una tasa de conversión bastante baja para la mayoría de la gente. Esto parece deberse a que algunos omega-6 compiten por las mismas enzimas para completar estas conversiones. La reducción de los omega-6 en la dieta también puede aumentar la biodisponibilidad de los omega-3.
Como lo hemos visto es muy importante consumir adecuados ácidos grasos esenciales (Omegas), para el buen funcionamiento de nuestro organismo por sus múltiples beneficios a nuestra salud.
Puede decirse pues que cuando se trata de cuidarse o de mantener a la inflamación a raya de forma natural y eficaz, es fundamental el consumo de un Omega 3 de alta calidad. Por eso te invitamos a conocer el FISH OIL – Omega 3, que sin duda es uno de los mejores aliados con el que podemos contar.
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*Nota del editor: La información en este artículo está destinada a su uso educativo solamente y no es un sustituto del consejo médico profesional, el diagnóstico o el tratamiento. Siempre busca el consejo de tu médico y otros proveedores de salud calificados antes de empezar cualquier dieta, suplemento, acondicionamiento físico y otros programas de salud.
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