Conoce cómo manejar tus niveles de azúcar en la sangre

La función de la insulina es regular el nivel de azúcar que circula en la sangre, mientras mantiene el combustible a mano para las actividades diarias y cualquier situación de “lucha o huida”. Cuando hay suficiente azúcar en la sangre para mantener las células alimentadas, la insulina hace que el hígado y los músculos almacenen temporalmente azúcar como glucógeno. Entre las comidas, cuando el azúcar en la sangre comienza a bajar, la hormona glucagón desencadena la conversión del glucógeno de nuevo en azúcar en la sangre. Esto proporciona energía inmediata para mantenernos en marcha a lo largo del día. Esta liberación también se produce cuando necesitamos una ráfaga de energía para emergencias. ¿No es sorprendente el cuerpo?

Factores que alteran los niveles de azúcar en la sangre

Las células beta producen insulina en el páncreas, un órgano situado detrás del estómago, entre el hígado y el bazo. A medida que se digieren los alimentos, se libera glucosa en la sangre. Este aumento del azúcar en la sangre desencadena la producción de insulina. Por el contrario, cuando los niveles de azúcar en sangre son bajos, otras células del páncreas producen glucagón, que indica al hígado que convierta el glucógeno en glucosa. Cuando todo en el cuerpo funciona como debería, los niveles de azúcar en sangre están muy regulados.

1. Dieta

Los hidratos de carbono simples, como el azúcar de mesa o los productos elaborados con harina refinada, se convierten rápidamente en azúcar en sangre. Un exceso de estos carbohidratos simples a lo largo del tiempo puede desbaratar la regulación saludable de la insulina y la regulación del azúcar en la sangre, provocando problemas como la diabetes de tipo 2. Cuando se come demasiado azúcar, se obliga al cuerpo a trabajar más duro para encontrar el equilibrio. Los carbohidratos complejos, como los cereales integrales, las verduras y las frutas, también son fuentes de azúcar en sangre. Pero también aportan fibra, que ralentiza la digestión de los hidratos de carbono y la liberación de azúcar en la sangre.

• Actividad física

Lo mucho o poco que te muevas también influye mucho en tus niveles de azúcar en sangre. Más movimiento equivale a más combustible quemado. Los niveles de azúcar en sangre pueden bajar después del ejercicio como resultado del azúcar que se utiliza como energía. Para aprovechar los beneficios de la actividad física, se debe tener en cuenta que los carbohidratos complejos son más beneficiosos que los carbohidratos simples.

• Estrés

El estrés desencadena la producción de adrenalina y cortisol, ambos le indican al hígado que libere azúcar. Esto se hace para ayudar a nuestro cuerpo a hacer frente a una amenaza inminente. Pero el cuerpo no puede distinguir una emergencia real que amenaza la vida, como un oso que te persigue, de las responsabilidades laborales que te estresan. Sin embargo, el efecto es el mismo. El estrés crónico a lo largo del tiempo puede ser problemático debido a la liberación crónica de azúcar en la sangre que no se utiliza para luchar o correr.

• Microbioma intestinal

Se refiere al conjunto de bacterias que viven en el intestino. Ten en cuenta que los alimentos tienen un impacto diferente en cada persona, así, por ejemplo, comer un plátano puede afectar de manera distinta la glucemia de una persona y de otra. Y, ahora estamos viendo que cada uno tiene un microbioma intestinal distinto, lo que puede ser una razón detrás de este fenómeno. Las bacterias del intestino influyen en el apetito y en la producción de azúcar en la sangre. Recuerda que las bacterias también comen azúcar. Dales demasiado azúcar, y pueden cambiar un microbioma saludable en disbiosis, o generar un equilibrio poco saludable de bacterias “malas” y “buenas”. Demasiado azúcar puede convertir las bacterias oportunistas en bacterias patógenas.

• Grasa corporal

El azúcar en sangre influye en la grasa corporal y puede desempeñar un papel en la obesidad. Lo principal es recordar que los desequilibrios del azúcar en sangre pueden provocar un aumento de peso, y el aumento de peso puede provocar desequilibrios del azúcar en la sangre. Es un ciclo que puede ser difícil de romper.

Tips para mantener los niveles del azúcar en la sangre balanceados:

• Aleja el exceso de azúcar en tu día a día.
• Come proteínas y verduras antes que carbohidratos simples.
• Aumenta la fibra dietética.
• Habla con tu médico sobre los suplementos que pueden ayudar a equilibrar el azúcar en la sangre.
• Duerme bien por la noche.
• Procura tener un peso saludable.

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