Tu piel es tu espejo mágico, te da pistas importantes sobre tu salud y vitalidad en general. Entendamos cómo leer sus señales, y veamos que la mejor forma de llegar a la raíz del problema para tener una piel sana y un bienestar total es empezando por tus hormonas.
Cuando nuestras hormonas están desequilibradas, somos más propensos a desarrollar problemas de la piel como sequedad, líneas de expresión, arrugas, melasma o problemas más graves como acné, rosácea y otras enfermedades inflamatorias de la piel. Primero repasemos qué son las hormonas y sus funciones.
¿Qué son las hormonas?
Son mensajeros bioquímicos utilizados por el sistema endocrino para comunicarse consigo mismo y con el resto del organismo. Son realmente importantes para la comunicación dentro del cuerpo, y es realmente sorprenderte el papel que desempeñan en nuestra salud, para nuestra concentración mental, la memoria, la cognición, el impulso sexual, la salud cardiovascular, el crecimiento óseo, la regulación del azúcar, el peso, el metabolismo y mucho más.
El desequilibrio hormonal es una de las principales causas de muchos otros problemas de salud, pues nuestras hormonas tienen una relación simbiótica entre sí. Si una hormona está fuera de equilibrio, hay un efecto dominó. Si una se desequilibra, las otras pueden hacerlo también. Por eso es importante mantenerlas en equilibrio. Muchas hormonas juegan un papel en la salud de tu piel, desde las hormonas suprarrenales como el cortisol, el DHA, las hormonas tiroideas y la melatonina.
La melatonina suele considerarse la hormona del sueño, pero a menudo también desempeña un papel protagonista en la piel, igual que otras hormonas como el estrógeno, la progesterona y la testosterona.
¿Qué ocurre cuando las hormonas están desequilibradas?
Recuerda que la piel es nuestro órgano más grande, por lo que el papel de las hormonas en su bienestar es evidente. Así mientras algunas hormonas ayudan a proteger nuestra piel de los brotes y el envejecimiento, otras pueden provocar esos síntomas. Todo se trata del equilibrio. Por ejemplo, el melasma es una condición de la piel que se conoce como hiperpigmentación. Por lo general, se experimenta alrededor de las mejillas, y a menudo se desencadena por el embarazo, las píldoras anticonceptivas y la terapia hormonal. Los cambios en las hormonas estrógeno y progesterona provocan una producción extra de melanina durante la exposición al sol, y esto conduce al melasma.
Pero esta no es la única afección cutánea causada por el desequilibrio hormonal. Hay muchas otras. La rosácea se produce por el desequilibrio del cortisol, y otras hormonas inflamatorias. Este desequilibrio también puede provocar un envejecimiento prematuro.
El impacto del estrógeno
El estrógeno es un factor importante para las mujeres; sin embargo, los hombres también tienen estrógeno. Los niveles de estrógeno disminuyen a medida que envejecemos. Esa disminución puede crear ciertos cambios en la piel. Es posible que podamos notar sequedad, menos elasticidad, piel flácida y más arrugas. Con el paso del tiempo tu piel puede volverse más frágil, pálida y con un aspecto más apagado. En el caso de las mujeres, esto suele ocurrir alrededor de los 40 años. Sin embargo, para algunas personas, estos síntomas que se dan por la caída del estrógeno pueden comenzar incluso antes cuando la piel comienza a volverse más fina, cetrina y apagada. Las líneas de expresión empiezan a convertirse en pliegues más profundos, se empiezan a producir más arrugas.
Aunque las arrugas son signos de una vida bien vivida y la llegada de los años es algo maravilloso, también sé que no queremos parecer más viejos de lo que somos, y siempre es agradable cuando tenemos un aspecto más juvenil de forma natural.
Otros signos de estrógeno bajo pueden estar relacionados con la pérdida ósea, calores, insomnio, cambios de humor y sudores nocturnos. Esto hace parte del proceso normal de envejecimiento de las mujeres. Algunas de nosotras tenemos más o menos de estos síntomas debido a la genética y a las elecciones de estilo de vida.
Sin embargo, hay algunas cosas que pueden ayudar naturalmente a apoyar nuestros niveles de estrógeno.
Apoyo natural al estrógeno
Los fitoestrógenos son estrógenos vegetales, y pueden encontrarse naturalmente en ciertos alimentos como la linaza, su consumo, se ha visto, puede ayudar al metabolismo del estrógeno. Esta descomposición y eliminación de estrógenos ayuda a evitar su exceso. Hierbas como la maca, el cohosh negro y el lúpulo también han demostrado que ayudan a las mujeres con estrógeno bajo. Ten en cuenta que el exceso de estrógenos trae también consecuencias en tu salud.
El problema del estrógeno alto
Un nivel alto de estrógeno tiene sus propios problemas. Las mujeres embarazadas o que toman píldoras anticonceptivas suelen tener niveles más altos de estrógeno, y suelen ser más propensas a la hiperpigmentación. La clave es controlar el estrógeno que pueda estar elevado. Debes considerar comer alimentos como algas y verduras crucíferas. La familia de los vegetales crucíferos, incluyendo el brócoli, la col rizada y la coliflor pueden ayudar con el metabolismo del estrógeno. De todas formas, si crees que tus niveles de estrógeno pueden estar desequilibrados, es una buena idea hablar con tu médico para analizar tus hormonas y obtener un apoyo individualizado.
El papel de la testosterona
La testosterona no es sólo para los hombres. Las mujeres también la tienen. Las mujeres tenemos menos testosterona que los hombres, pero sí notamos que puede desequilibrarse. La testosterona estimula la producción de sebo, que tiene un impacto en la grasa de nuestra piel. Cuando tenemos demasiada testosterona, esto puede provocar brotes de acné. Así que, tanto para los hombres como para las mujeres, las hormonas como el estrógeno, la progesterona y la testosterona son claves para mantener un delicado equilibrio en todo el cuerpo. Las fluctuaciones hormonales durante o alrededor de ciertas edades de transición y adaptación como la pubertad y la menopausia pueden provocar un aumento de la testosterona.
Apoyo natural a la testosterona
Para ayudar al equilibrio de la testosterona y al metabolismo, aquí te damos algunas recomendaciones. Una de las cosas que debes revisar es la apariencia y el comportamiento de tu piel frente al consumo de productos lácteos, pues, aunque no es un problema para todas las personas, sí tiene de manera frecuente un impacto sobre la salud de la piel.
Otro consejo es aumentar el consumo de ácidos grasos omega-3, que lo puedes encontrar en el salmón o en suplementos de buena calidad.
Otro nutriente que es realmente importante para el metabolismo y equilibrio de la testosterona es el zinc. Puedes encontrarlo al consumir judías verdes, semillas de sésamo y semillas de calabaza.
El impacto de las hormonas del cortisol
Cuando estás estresado, el cortisol es una de las hormonas que se liberan, y proviene de las glándulas suprarrenales. Un aumento de cortisol incrementa la producción de sebo, lo que puede desencadenar en acné. También aumenta las vías inflamatorias, que desencadenan problemas de la piel, especialmente inflamatorios. Además, los niveles crónicamente altos de cortisol también pueden conducir a antojos de comer azúcar. En realidad, nuestros cuerpos están bien equipados para manejar el estrés agudo, es esa respuesta física la que nos ayuda a reaccionar rápidamente ante una situación de peligro. El problema es que tenemos un estrés constante y continuo, y es justamente ese estrés crónico el que desencadena un desequilibrio hormonal, con sus consecuencias para la salud. Como lo puedes profundizar mejor en nuestro curso Inteligencia emocional y Manejo del estrés con el Dr. Carlos Jaramillo, el Dr. Santiago Rojas y María Paz Mateus ya disponible en anialife.com
El estrés crónico puede empeorar los problemas de la piel, especialmente el acné, el eczema, la rosácea y el vitíligo. Así que si tienes el cortisol alto, podrías notar estos problemas inflamatorios de la piel. Algunas otros síntomas que puedes notar si estás demasiado estresado y tienes el cortisol alto es que puedes sentirte cansado o sin ganas de trabajar. Podrías estar experimentando algo que algunas personas llaman fatiga suprarrenal – o un desequilibrio en su función suprarrenal. Puedes notar que has ganado algo de peso extra, y que no puedes deshacerte de este con facilidad. También puedes experimentar antojos de azúcar o insomnio.
Apoyo natural al cortisol
Las técnicas de relajación como la respiración y la meditación pueden ayudar con el desequilibrio del cortisol. Además, las hierbas llamadas adaptógenas pueden ser grandes aliadas en el reequilibrio de los niveles de cortisol y apoyar a las glándulas suprarrenales. Hierbas como la rodiola, la ashwagandha, el astrágalo y el ginseng son hierbas adaptógenas que pueden ayudar a las glándulas suprarrenales.
Para terminar, recuerda que muchas otras hormonas que influyen en la salud de nuestra piel y en salud general, pero éstas son algunas de las que más contribuyen. Si te preocupa tu equilibrio hormonal, habla con tu médico y toma medidas para para equilibrar su estilo de vida
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