En nuestro Martes de Bienestar celebramos con nuestra comunidad y compartimos conocimiento para todos. Hoy les traemos el artículo de Alexandra Parra, Pedagoga, que nos da un valioso aportes desde su especialidad.
@alexandraparrah
Las acciones del día a día son las que interesan a la neurociencia y en particular, a la psicología cognitiva: ¿Cómo diferenciamos un rostro de otro? ¿Cómo comprendemos una palabra que no conocemos? ¿Por qué olvidamos algunos detalles y recordamos otros? y a donde van las palabras que tenemos en la punta de la lengua. Durante siglos la ciencia intentó explicar si el cerebro tenía una infinita capacidad de integración, relación y respuesta, tal vez, como el universo o similar a la velocidad de la luz, lo asombroso es que en el siglo XIX un oftalmólogo holandés de nombre Franciscus Donders, descubrió que hacer una diferenciación o mejor, un reconocimiento de una letra, un número o un símbolo puede tardar en nuestro cerebro alrededor de un tercio a medio segundo. Puede que estén pensando, eso es extremadamente rápido, pero para el aprendizaje es un tiempo de lentitud invaluable.
El cerebro y el aprendizaje son una aventura en la cual los humanos hacen peripecias para intentar analizar cómo se adquiere un nuevo saber, más concreto, se intenta detectar el algoritmo que hace posible el pensamiento, la toma de decisiones y los errores. Una palabra viene a la mente, neurona(…) que coordinada con otras son las protagonistas, seguramente obedecen a leyes como en la física, que aún no se logré explicar estas máximas, no quiere decir que en forma autoritaria y dictatorial el cerebro funcione, infiera y discierna.
Esa curiosidad de explicar cómo se aprende llevó al profesor Howard Gardner a formular la teoría de las inteligencias múltiples a partir de las capacidades cognitivas. Desde la primera vez que se pronunció la palabra inteligencia hasta nuestros días, se le asocia con facultad, habilidad, talento y claro, con capacidad. Esta última fue la clave para dividir en clases la inteligencia, el abstracto de un concepto que indica si un individuo podría aprender, ser funcional e inclusive, resaltar entre los demás. Para Gardner no existía razón para que las potencialidades, necesidades y características de un sujeto se quedarán ancladas a un simple test de inteligencia, a un número de cociente intelectual; existía una diversidad que Gardner logró encerrar en ocho inteligencias que trabajan juntas y dentro de las cuales, algunos individuos logran mayor dominio que otros.
La comunidad científica hace muy compleja la comprensión de sus estudios y por tanto, se recurre al lenguaje que se domina para explicar lo que no se entiende, y allí, Gardner vio una ventana abierta. Desde 1983 a 1995 la psicología cognitiva fue sacudida por una serie de teorías que cuestionaban esa ciencia dura y poco comprensiva del individuo. Frames of Mind de Gardner (1983); Beyond I. Q., de Sternberg (1985); The bell curve de Hernstein y Murray (1994); y The emotional intelligence del muy conocido Goleman (1995). De los cuatro, fue el libro de Gardner el que impactó la psicología de la educación por su rebeldía frente al arbitrario concepto de la inteligencia psicométrica, “la inteligencia es valiosa, pero la personalidad es más importante” (Gardner, 1999).
Entonces, por qué la teoría de las inteligencias múltiples entró en la categoría de neuromito. Gardner basó su concepto de inteligencia en la unión biológica cognitiva y la relación cultural-social del individuo, anunciando al mundo que lo que llaman inteligencias múltiples podrían ser talentos -ya habían sido denominadas así por la psicología-, que difícilmente sea factible saber cuánto y cómo se relacionan las inteligencias porque no hay una forma de medirlas, y, admitió que puede “haber un elemento de juicio subjetivo en su concepción de inteligencia”. Estos vacíos arbitrales son entendidos como elementos intuitivos de la teoría, no ha sido viable para la neurociencia poder medir con investigación rigurosa los postulados de Gardner, si bien se podría aceptar la ironía de solicitar un test a quien creó una teoría en contra de los test psicométricos, por la estigmatización y la rotulación sobre quien son aplicados; la principal crítica va directo a explicar que las inteligencias múltiples de Gardner son habilidades, talentos y capacidades que debe desarrollar un individuo a lo largo de su vida, resultando riesgoso enseñar que todo talento o habilidad es una inteligencia, porque aquellos, que por limitaciones biológicas y socioculturales no desarrollen estas capacidades serían “poco inteligentes”.
Científicamente no es una teoría probada que atienda a una explicación de cómo funciona el cerebro y cómo se aprende, pero(…) para la psicología y las ciencias de la educación haber logrado que la individualidad, la dificultad y las necesidades de aprendizaje sean identificadas como posibilidades para crear distintas formas en las que a un individuo se le puede enseñar, transformó el aula de clase, la sala de la casa y el consultorio médico. Éste es el mérito pedagógico y didáctico de la teoría de Howard Gardner.
Fuentes
Dehaene, S. (2018). En busca de la mente. Siglo Veintiuno Editores Argentina
Gardner, H. (1999). Intelligence reframed: Multiple intelligences for the 21st century. New York: Basic Books
Pérez Sánchez, Luz; Beltrán Llera, Jesús Dos décadas de «inteligencias múltiples»: implicaciones para la psicología de la educación Papeles del Psicólogo, vol. 27, núm. 3, septiembre-diciembre, 2006, pp. 147-164 Consejo General de Colegios Oficiales de Psicólogos Madrid, España
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