Si quieres reafirmar tu cuerpo, ve al gimnasio. Si quieres ejercitar tu cerebro, escucha música.
Hay pocas cosas que estimulan el cerebro como lo hace la música. Si quieres mantener tu cerebro ocupado durante el proceso de envejecimiento, escuchar o tocar música es una gran herramienta. Proporciona un entrenamiento total del cerebro mientras que te permite llegar incluso a estados meditativos.
Las investigaciones han demostrado que la música puede reducir la ansiedad, la presión arterial y el dolor, así como mejorar la calidad del sueño, el estado de ánimo, la agudeza mental y la memoria.
La conexión cerebro-música
Los expertos intentan comprender cómo nuestro cerebro puede escuchar y reproducir música. Un equipo de música emite vibraciones que viajan por el aire y llegan al interior del canal auditivo. Estas vibraciones hacen cosquillas en el tímpano y se transmiten en una señal eléctrica que viaja por el nervio auditivo hasta el tronco cerebral, donde se recompone en algo que percibimos como música.
Los investigadores del Johns Hopkins han hecho que docenas de intérpretes de jazz y raperos improvisen música mientras están tumbados dentro de una máquina de IRMf (resonancia magnética funcional) para observar y ver qué zonas de su cerebro se iluminan.
La música es estructural, matemática y arquitectónica. Se basa en las relaciones entre una nota y la siguiente. Puede que no seas consciente de ello, pero tu cerebro tiene que hacer muchos cálculos para darle sentido.
La música estimula el cerebro a diario
El poder de la música no se limita a interesantes investigaciones. Prueba estos métodos para introducir más música -y beneficios para el cerebro- en tu vida.
Pon en marcha tu creatividad.
Los expertos sugieren que escuches música distinta. A menudo seguimos escuchando las mismas canciones y géneros musicales que durante nuestra adolescencia y juventud, y generalmente evitamos escuchar ritmos, géneros y sonidos nuevos. La música nueva desafía al cerebro. Puede que al principio no resulte tan cómodo, pero esa falta de familiaridad obliga al cerebro a esforzarse por entender los nuevos sonidos.
Conecta con recuerdos pasados
Busca música conocida, sobre todo si proviene de una época que estás intentando recordar. Escuchar a los Beatles, por ejemplo, puede hacerte recordar el primer momento en que viste a tu pareja, cuando hiciste un viaje especial, etc.
Escucha a tu cuerpo.
Presta atención a cómo reaccionas a las distintas formas de música y elige la que más te convenga. Lo que ayuda a una persona a concentrarse puede distraer a otra, y lo que ayuda a una persona a relajarse puede hacer que otra se ponga nerviosa.
Toca un instrumento y pon en forma a tu cerebro
Al igual que los músculos, el cerebro se fortalece cuanto más se ejercita. El proceso de cambio del cerebro a través de nuestras experiencias se llama plasticidad neuronal. La capacidad del sistema nervioso de modificarse a sí mismo en respuesta a la experiencia o a la privación; porque el cerebro se moldea fácilmente, como el plástico. Los científicos miden la plasticidad neuronal con técnicas especiales de imagen cerebral, como la resonancia magnética (RM) o el electroencefalograma (EEG), para averiguar exactamente cómo la música cambia el funcionamiento de nuestro cerebro. Las investigaciones demuestran que las áreas auditivas (oído), visuales (vista) y motoras (movimiento) del cerebro están especializadas en los músicos. La especialización incluye no sólo el aumento del tamaño de cada área del cerebro, sino también la forma en que funciona y se conecta cada una. La ciencia nos dice que la música es mucho más que una fuente de entretenimiento; es una parte importante de nuestro proceso de aprendizaje. He aquí algunos de los sistemas involucrados cuando tocamos música:
- Auditivo: El sistema auditivo procesa el sonido con mayor eficacia tras el entrenamiento musical. Las personas pueden detectar diferencias más pequeñas en la frecuencia (el número de ondas sonoras por segundo), lo que hace que tanto el habla como la música sean más fáciles de escuchar.
- Motor: Las áreas del cerebro que controlan los músculos y las partes del cuerpo relacionadas con los instrumentos (como los dedos, los brazos, etc.) aumentan de tamaño. Se requieren más neuronas en el cerebro que se dediquen a afinar los distintos movimientos corporales.
- La lectura: Los estudios demuestran que una mayor capacidad musical está relacionada con una mayor puntuación en lectura, lo que sugiere una relación entre lo bien que oímos el habla y lo bien que podemos asignar los sonidos del habla a las letras.
- Conciencia socioemocional: Tocar música puede mejorar la conciencia socioemocional, que es la capacidad de identificar, gestionar y expresar las emociones de forma constructiva. Un buen ejemplo de ello es que los niños muy pequeños son más propensos a interactuar positivamente con las personas con las que tocan, aprenden o escuchan música.
La conexión musical
La razón por la que la música puede llegar a tantas partes del cerebro es que el sistema auditivo está muy interconectado con otras áreas sensoriales. Piensa en tus primeros días de escuela y probablemente recordarás algunas de las canciones que aprendiste en ese momento. Muchos de nosotros seguimos cantando la canción del abecedario cuando intentamos recordar la posición de una letra determinada. Probemos, ¿qué letra hay después de la “M”? Probablemente escuchaste la canción del abecedario en tu mente mientras buscabas la respuesta. Las canciones, con melodías y ritmos repetitivos, nos ayudan a memorizar listas, historias e incluso procesos.
Música en nuestra vida
La música es también una forma de expresar nuestra identidad: la música que tocamos, o incluso la que escuchamos, puede ser una forma de decirle al mundo, a nuestros compañeros, a nuestros padres y a nuestros amigos algo sobre quiénes somos. En las culturas que no utilizan la escritura, los cantantes suelen ocupar un lugar importante en la sociedad, porque memorizan cosas importantes como la historia y las relaciones familiares.
Aunque pienses que cantar una canción o tocar un instrumento es una actividad especial que sólo se realiza en determinados momentos, debes tener en cuenta que la música y los sonidos musicales llenan nuestras vidas. La música se reproduce en altavoces y a veces en directo, y podemos escuchar música en la mayoría de los lugares públicos, en los autobuses, en los ascensores y en los restaurantes. Muchos de nosotros también escuchamos música a través de nuestros teléfonos o en nuestros coches. Nuestras vidas están realmente llenas de música, por lo que nuestra relación con ella puede tener un gran efecto en el aprendizaje y las relaciones durante toda nuestra vida.
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