Para muchos su día no comienza hasta que no se toman una buena taza de café. A diario se encuentran miles de opiniones acerca de los beneficios y los mitos alrededor de esta bebida; un día se alaban las propiedades de su consumo, y unos días más tarde otros dicen que el café y la cafeína son perjudiciales para la salud.
Pero ¿cuál es la verdad acerca de esta popular bebida?
Según las investigaciones, hay algo de cierto en ambos lados de la discusión. El café tiene algunos beneficios importantes para la salud, pero también cuenta con algunas características que hacen que no sea adecuado para todo el mundo.
Sin embargo, los estudios demuestran que los beneficios pueden ser incluso mayores de lo que se pensaba, y que los riesgos están asociados sobre todo a la cantidad o la calidad del café que se bebe.[/mark]
Veamos ahora algunos mitos alrededor del café
Mito No. 1 – El café es malo para el corazón
Este mito se basa principalmente en el hecho de que la cafeína aumenta la presión arterial. La presión arterial alta es un factor de riesgo para las enfermedades del corazón, por lo que algunos han argumentado que el consumo de café puede causar problemas cardíacos en el futuro. En efecto, la cafeína aumenta la presión arterial, pero en una cantidad extremadamente pequeña: 3-4 mm/Hg. Además, este efecto suele desaparecer por completo en los consumidores de café de larga duración. Existen versiones que indican que la cafeína puede ser un problema para quienes ya tienen una presión arterial elevada. Sin embargo, los estudios no han mostrado ninguna correlación entre el consumo de café y un mayor riesgo de problemas cardíacos. Por el contrario, hay pruebas que suponen un menor riesgo de ataque cardíaco y accidente cerebrovascular para los bebedores de café.
Mito No. 2 – El café no tiene valor nutricional
El consumo de café suele percibirse como algo que no tiene beneficios nutricionales. Si bien es cierto que no recibirás una explosión de vitaminas en una taza, el café sí contiene varios micronutrientes importantes y algunos compuestos vegetales beneficiosos. Una taza de café suele contener riboflavina/vitamina B-2 (11% IDR), ácido pantoténico/vitamina B-5 (6% IDR), potasio (3% IDR), manganeso (3% IDR), magnesio (2% IDR) y niacina/vitamina B-3 (2% IDR). Y lo que es más importante, el café es también una excelente fuente de antioxidantes. Estos potentes compuestos protegen al cuerpo del estrés oxidativo y ayudan a evitar muchas enfermedades relacionadas con la edad.
Mito No. 3 – El café aumenta el riesgo de cáncer
Existe una idea errónea de que el café puede contribuir al cáncer, cuando en realidad, es todo lo contrario: se ha demostrado que el consumo de café es beneficioso para reducir el riesgo de cáncer. Un vistazo a la página web del Instituto Americano para la Investigación del Cáncer indica que el café está en su lista de alimentos contra el cáncer, esto, en gran medida por su contenido de antioxidantes, que protege el cuerpo a nivel celular. Los estudios también demuestran que los bebedores habituales de café tienden a tener un riesgo menor de padecer cáncer de hígado y colorrectal. Éstos son, respectivamente, la tercera y cuarta causa de muerte por cáncer en todo el mundo.
Mito No. 4 – El café aumenta el colesterol
Este mito en particular tiene cierta base en los hechos. El café no contiene colesterol, pero los granos contienen unos compuestos llamados cafestol y kahweol que pueden estimular la producción de colesterol LDL (malo). Sin embargo, si tienes niveles normales de colesterol, la ingesta de estos compuestos al beber café es tan baja que no causará ningún cambio notable en tu salud. En el caso de las personas con niveles altos de colesterol, el simple hecho de filtrar el café con un filtro de papel eliminará la mayor parte del cafestol y el kahweol, pues éstos se encuentran en la parte aceitosa del café que queda atrapada en los filtros.
Mito No. 5 – Tomar café no es saludable
Este es el gran mito que siempre parece rodear al café. Proviene principalmente de la percepción general de que la cafeína es mala para la salud y de una exageración de los aspectos negativos del café. Si todavía no está convencido de los beneficios significativos del consumo de café, sigue leyendo para conocer más hallazgos basados en la investigación que te harán querer disfrutar de esta deliciosa bebida.
Acá te presentamos, los principales beneficios para los amantes del café:
- Puede ayudar a prevenir la diabetes
La diabetes de tipo 2 es una enfermedad crónica contra la que el café parece ser especialmente eficaz. Múltiples estudios han documentado que los bebedores de café tienen sistemáticamente un menor riesgo de desarrollar diabetes. Beber de 3 a 6 tazas de café al día parece tener el mayor efecto. Las estimaciones de las investigaciones oscilan entre un 23% y un 50% menos de riesgo de desarrollar diabetes de tipo 2 para los consumidores habituales. Mientras que una revisión de la investigación situó los beneficios del consumo de café en un 7% menos de posibilidades de desarrollar diabetes por taza diaria entre los más moderados.
- Protege la salud del cerebro
Un fascinante beneficio del café es su capacidad potencial para ayudar a proteger la función cognitiva. La investigación ha revelado una conexión entre el consumo de café y un menor riesgo de desarrollar enfermedades neurodegenerativas. Más concretamente, la cafeína del café parece potenciar la salud del cerebro. Un estudio examinó el impacto del consumo de cafeína en el riesgo de desarrollar Alzheimer. Los resultados revelaron que “la ingesta de cafeína se asoció con un riesgo significativamente menor de padecer EA (enfermedad de Alzheimer)”. Otra revisión de la investigación concluyó que la cafeína también tiene posibles propiedades protectoras contra la demencia. Otras investigaciones han documentado una asociación entre el consumo de café y cafeína y un menor riesgo de padecer Parkinson, otra devastadora enfermedad neurodegenerativa.
- Ayuda a la salud del hígado
Otro de los beneficios del consumo de café es para la salud del hígado. El hígado es un órgano muy importante, especialmente para el proceso de desintoxicación natural que se produce continuamente en el organismo. El café no sólo puede reducir potencialmente el riesgo de cáncer de hígado (como se ha mencionado), sino que también puede proteger la función y la salud general del hígado. Los estudios indican que el consumo de café puede reducir el riesgo de varios tipos de problemas hepáticos. Esto incluye la cirrosis, la enfermedad del hígado graso no alcohólico y la fibrosis hepática. Las investigaciones también demuestran que los bebedores de café son más propensos a tener niveles saludables de enzimas hepáticas. Hasta ahora, parece que estas propiedades protectoras del hígado provienen del propio café, no del contenido de cafeína. Esto significa que tanto las mezclas con cafeína como las descafeinadas deberían tener beneficios similares.
- Aumenta la energía y la concentración
Uno de los beneficios más conocidos de la cafeína es que puede aumentar tu energía y concentración. Tomar una taza de café con cafeína puede hacer que te sientas menos cansado, más alerta y capaz de realizar las tareas diarias. También se ha demostrado que la cafeína da un impulso a corto plazo a la función cognitiva y al estado de ánimo. Ayuda a rendir mejor en las tareas mentales y genera una sensación de bienestar momentánea. Además, la cafeína también mejora la sensación física. Estimula el sistema nervioso y aumenta la adrenalina, lo que puede mejorar el rendimiento físico y la resistencia.
Ten en cuenta que estos beneficios los estamos considerando al consumir la bebida sola, resultado de filtrar (en cualquier de los métodos usados) el grano de café tostado y molido en agua caliente. No es recomendable tomar el café lleno de azúcar, leche, crema, endulzantes ni otros aditivos. Trata de reducir el consumo de café después del mediodía si sufres de insomnio, ansiedad o tienes problemas para descansar en la noche. Conoce tu cuerpo, escúchalo y conviértelo en tu mejor aliado.
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¡Recuerda tus decisiones diarias son tu mejor medicina!
*Nota del editor: La información en este artículo está destinada a su uso educativo solamente y no es un sustituto del consejo médico profesional, el diagnóstico o el tratamiento. Siempre busca el consejo de tu médico y otros proveedores de salud calificados antes de empezar cualquier dieta, suplemento, acondicionamiento físico y otros programas de salud.
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