Imagina que los distintos órganos y sistemas de tu cuerpo no se hablaran. Si comieras mucho, tu estómago se guardaría la noticia para sí y tus intestinos no liberarían enzimas para digerir esa comida. Tu cerebro acumularía la información de un coche que se aproxima y no alertaría a tu corazón para que bombease más sangre a tus extremidades y pudieses saltar de forma segura. Podrías estar tambaleándote por la fatiga, pero tu glándula pineal no conseguiría que los demás sistemas de tu cuerpo te permitieran dormir.
Todas estas comunicaciones, y millones más, se producen tan rápidamente que parece que ni siquiera están ocurriendo. El tiempo que transcurre desde que alguien se acerca sigilosamente por detrás y te hace estallar un globo hasta que entras en plena lucha o huida parece no existir, simplemente ocurre todo a la vez. En realidad, los distintos órganos y sistemas del cuerpo están en constante comunicación, todo el tiempo. Y todos esos datos se transfieren gracias a unos pequeños mensajeros químicos conocidos como hormonas.
Las hormonas intervienen en casi todos los procesos corporales y son vitales para la salud. Hacen que el organismo funcione de forma óptima. Y los grandes cambios en su producción pueden desencadenar o señalar una transición física de una etapa de la vida a otra. Pero a veces los niveles hormonales pueden desequilibrarse. Dependiendo de la causa, los desequilibrios hormonales pueden ser temporales o crónicos. Y aunque la medicina moderna tiene sus estrategias para tratarlos, recuerda que a menudo se pueden hacer muchas cosas para equilibrar las hormonas de forma natural.
¿Qué son las hormonas?
Las hormonas son sustancias químicas producidas por las glándulas del sistema endocrino. El sistema endocrino es un sistema de mensajería química formado por circuitos de retroalimentación entre las glándulas secretoras de hormonas y los órganos y el sistema circulatorio. Esencialmente, el sistema endocrino es la superautopista de la información de tu cuerpo, que permite que todos los diferentes sistemas, órganos, tejidos y células trabajen juntos de una manera saludable.
Las glándulas clave del sistema endocrino son la hipófisis, la tiroides, las paratiroides, el páncreas y las gónadas.
Las hormonas son esenciales porque indican a los órganos lo que deben hacer y cuándo deben hacerlo. Y puesto que el sistema endocrino está compuesto por circuitos de retroalimentación interconectados, un desequilibrio en una hormona a menudo se convierte en cascada de otros desequilibrios, haciendo que todo el sistema pueda desajustarse.
Dado que las hormonas están tan interrelacionadas con los procesos corporales, pueden afectar al metabolismo y el apetito, el ritmo cardíaco, los ciclos del sueño, los ciclos reproductivos y la función sexual, el crecimiento y el desarrollo en general, el estado de ánimo y los niveles de estrés, y la temperatura corporal. En otras palabras, desempeñan un papel fundamental en casi todas las actividades del organismo. Por lo que, para mantener la salud, se debe procurar mantenerlas en niveles óptimos.
Síntomas que te indican que puedes tener un desbalance hormonal
¿Cómo saber si sufres un desequilibrio hormonal? Muchos tienen síntomas similares, lo que puede hacer que sean difíciles de distinguir unos de otros. La colaboración con tu profesional de la salud puede ayudarte a averiguar qué te ocurre y desarrollar así un plan de tratamiento eficaz. Escucha a tu cuerpo.
Algunos de los síntomas más comunes de los desequilibrios hormonales pueden ser los siguientes:
- Cambios en la menstruación
- Disfunción eréctil
- Cambios no deseados en el deseo sexual
- Osteoporosis
- Dificultad para regular la temperatura corporal
- Alteraciones del estado de ánimo, como depresión y ansiedad
- Cambios en los hábitos intestinales, como estreñimiento o diarrea
- Crecimiento del vello en lugares no deseados (en el caso de las mujeres) o disminución del crecimiento del vello donde se desea (en el caso de los hombres)
- Fatiga
- Problemas de memoria
- Problemas de sueño
- Cambios de peso no deseados, aumento o pérdida
Si sospechas que puedes tener un desequilibrio hormonal, pide una cita con tu médico para determinar los pasos a seguir.
Acá te traemos 7 consejos para equilibrar las hormonas de forma natural
1. Haz ejercicio con regularidad
2. Mantén un peso saludable
3. Evita los aparatos electrónicos cerca de la hora de acostarte (al menos 2 horas)
4. Toma el sol a primera hora de la mañana
5. Gestiona el estrés
6. Prioriza la calidad y la cantidad de horas de sueño
7. Evita los productos químicos tóxicos
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